¿A quién no le gusta un poco de morbo y salirse de la rutina sexual de vez en cuando?. Creo personalmente que una buena manera para añadir algo de picante a tus relaciones sexuales es lo que se denomina “sexo duro”.
Aunque hay mujeres a las que no les gustará esta práctica sexual, yo soy de las que piensa que sentirse de vez en cuando dominada es altamente excitante. Por supuesto, es una práctica que debe estar consentida por la pareja, y que no debe llegar a ser dolorosa; se trata de darnos placer no de hacernos daño.
Dentro de las posibilidades que otorga este juego sexual, los azotes en el trasero suele ser la más habitual y, para mi gusto, una de las más excitantes. Somos muchas las mujeres que pensamos que unos buenos azotes, dejándonos marcadas las manos en las nalgas, consiguen hacernos sentir dominadas y muy muy excitadas.
Aparte de los azotes, podemos jugar con “mordisquitos” en las zonas erógenas, como pezones, cuello, clítoris, …, arañazos, una penetración dura y rápida que nos haga sentir dominadas y poseídas por una auténtica bestia sexual. Como digo, opciones hay muchas, pero siempre respetando a tu pareja y obteniendo placer, nunca dolor.
Pero sin duda, aparte de los azotes, lo más extendido en esta práctica habitual es la utilización de un lenguaje obsceno y rudo. En casi todas las reuniones que hago con mis amigas, en las que siempre acabamos hablando de sexo, acabamos reconociendo que cuando estamos muy excitadas, que el chico nos diga de forma brusca un “¿te gusta zorra?, o un, “me gusta lo puta que eres cuando follas”, consigue excitar aun más. En cambio, hemos llegado a la conclusión que a los chicos os gusta que os digamos con voz entrecortada por los gemidos, “más fuerte” o “más adentro”, y si ya os mencionamos algún aspecto sobre el placer que da vuestro miembro, os volvéis locos, jiji.
No podemos olvidar, que estas expresiones, se producen dentro del juego sexual consentido por la pareja, por lo que no pueden considerarse como ofensivos, y una vez terminada la relación sexual, todo debe volver a la normalidad. Como se dice habitualmente, “lo que pasa en las Vegas se queda en las Vegas”.
Si nunca has tenido sexo duro con tu pareja, la próxima vez busca señales que te hagan ver que la excita esta práctica. Pero no seas bruto, ten en cuenta que no sabes si la gusta o no, por lo que yo empezaría con unos azotitos suaves y agarrándola del pelo sin mucha fuerza. Si ves que su excitación aumenta, es una buena muestra de que puede estar dispuesta a incluir esta práctica. Eso sí, recuerda que debe ser algo consentido por ambos.
A disfrutar chicos!!!
Besitos